El factor de riesgo más importante para la hipertensión arterial es la obesidad y lamentablemente suele coexistir en un mismo paciente, según lo sostiene el doctor Wartan Keklikian, cirujano laparoscópico de la Unidad Bariátrica y Metabólica (UBAM), dedicada al tratamiento de personas con obesidad y sobrepeso.
El especialista advierte que, es difícil encontrar un paciente obeso que no sea hipertenso. “La hipertensión tiene que ver mucho con la circunferencia abdominal, también con el Síndrome Metabólico, relacionado además con diabetes, colesterol y triglicéridos. En pacientes cuya cintura abdominal mide menos de 83 cm, solamente el 5% es hipertenso. En aquellos con medidas de más de 90 cm de circunferencia abdominal, la cifra llega al 80%. Eso tiene que ver con la grasa visceral, la grasa mala que produce el síndrome metabólico y la hipertensión”, según explica Keklikian.
Más tejido graso más hipertensión
Para el doctor Keklikian, los buenos hábitos alimenticios ayudan a combatir el problema de obesidad e hipertensión; no obstante, en algunos pacientes, las opciones de balón elipse, balón o manga gástrica son las más viables.
“Se puede decir que, cerca del 70% de las personas son hipertensas por la obesidad. Por cada 3 cm que aumenta la circunferencia abdominal (Promedio en hombres 4,5 cm, en mujeres 2,5cm) aumenta un milímetro de mercurio la tensión arterial, y eso tiene que ver con la diabetes, la dislipidemia, es decir colesterol y triglicéridos. A su vez, esto conlleva a daños renales, enfermedades cerebro vasculares, cardiopatías isquémicas, enfermedades coronarias e insuficiencias cardiacas. Todo esto se da porque las células de grasa de la barriga producen a su vez muchas hormonas que llevan a la hipertensión”.
Entre esas hormonas que se activan de manera peligrosa se encuentra la angiotensina, que produce retención de sodio y aumenta el volumen sanguíneo que lleva a la hipertensión, tal como lo explica el experto.
De igual manera, “aumentan la aldosterona y la endotelina, hormonas que ocasionan una contracción en los vasos sanguíneos, lo cual eleva también la tensión arterial”, asevera Keklikian, al tiempo que suma el incremento del gasto cardiaco como efecto de la obesidad, pues el corazón debe bombear más sangre para llegar a los tejidos.
Frente a los riesgos del paciente obeso y la hipertensión en la UBAM realizan una intervención integral, que incluye el manejo hormonal. “Queremos evitar que las células de grasa (adipocitos) sigan causando daños, no solo en la hipertensión, también accidentes cerebrovasculares, infartos al corazón, insuficiencias cardiacas y daño renal.”
Cambios en los hábitos alimenticios
Si la circunferencia de la barriga es un aspecto a considerar, también lo son los hábitos alimenticios, según lo expone el doctor Keklikian.
Se ha descubierto que en las personas que consumen demasiada sal, aumenta la tasa de hipertensión. Y la sal no solo está como la conocemos, también está entre otros, en cubitos, en enlatados, en los alimentos procesados, en los embutidos, y todos provocan un aumento de la tensión arterial según expone Keklikian.
De allí, la necesidad de nuevos hábitos alimenticios. “En los pacientes obesos o con sobrepeso, con una ingesta calórica y de ácidos grasos saturados alta, que además condimentan con mucha sal, mas la presencia de alimentos procesados, se produce una sumatoria que hace que aumenten sus riesgos de hipertensión. En consulta asisten pacientes obesos menores de 30 años sin hipertensión, pero seguramente con el paso del tiempo se convertirán en hipertensos”, concluyó Keklikian.
Texto – Foto
Lic. Leonisia Cusati N.
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