Lo cierto es que el sentimiento generalizado es que esa guerra entre el gobierno de Maduro y el G4 que ahora se llaman así mismos plataforma unitaria o Unidad, lo que nos ha traido es miseria, desolación y tristeza.
También nos dicen que “debemos salir de este entrampamiento guerrerista en que nos tienen metidos esos dos bloques de poder político enfrentados entre sí y sus respectivas alianzas partidistas”.
Necesitamos paz política para reencauzar el país y poder progresar, esa es la lectura que hago de esas generalizadas opiniones populares.
Esa paz política no se logrará en tanto los bloques mayoritarios del gobierno nacional y del gobierno interino con todos los recursos financieros y comunicacionales de que disponen no cesen de imponer a las comunidades sus criterios particulares y a sus inmediatos colaboradores como concejales, asambleístas y alcaldes.
Sólo tienen la vista puesta en el 2.024, y sólo trabajan para las eventuales candidaturas presidenciales de ambos bandos.
Así se evidencia cuando la gente del PSUV terminó postulando a un inmenso porcentaje de candidatos distintos a los seleccionados en las primarias que realizaron y el sector de Guaidó o Unidad terminaron pateando liderazgos naturales de su entorno íntimo para dar paso a conspicuos activistas de los 4 partidos dominantes.
Falta por ver si el venidero 21 de noviembre se impondrán los dólares, las grandes cadenas publicitarias o por el contrario prevalecerá la voluntad ciudadana.
En el interin, desde Unión Progreso seguimos apostando a la gente, que es quien nos interesa.
Sus más sentidas necesidades las conocen sus líderes naturales, nos hemos acercado a ellos para ofrecerles nuestro apoyo, respaldo y tarjeta, entendiendo que más allá de los distintas simpatías políticas que en algún momento pudieran haber profesado continúan allí, en pie de lucha, al lado de sus vecinos y amigos.
No nos llamamos a engaños, nuestra campaña es austera, excesivamente modesta, nuestro mayor gasto ha sido la suela de los zapatos, sino que lo cuente Amengual quien está súper dispuesto a llegar hasta el final de este proceso electoral del 21 y mucho más allá incluso, conjuntamente con Santiago Rodríguez y los restantes candidatos a alcaldes, concejales y asambleístas que estamos proponiendo a lo largo y ancho de nuestra geografía estadal.
La gente nos ve, nos oye y nos valora, pero también valora a los que tienen su guerrita política por el poder nacional. Saben que los postulamos porque estamos de su lado, que no identificamos guerras nacionales sino la solución práctica e inmediata de ese cúmulo de pequeñeces que agobian la vida de todos.
Como bien señala nuestro líder fundador Eduardo Fernández, seguiremos conversando.
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