La esperanza sigue siendo Vinotinto: Por José Gregorio Nieves

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Siempre se ha dicho que la esperanza es lo último que se pierde, el trabajo que viene realizando nuestra selección de fútbol ha estado bajo constantes limitaciones y en seis partidos disputados sólo tener cuatro puntos sin duda puede ser crítico en las aspiraciones de ir al Mundial de Catar.

Sin embargo el partido del pasado martes dejó buenas sensaciones, después de las recurrentes críticas sobre el proceso de José Peseiro, al frente de la Vinotinto. Uruguay era rival difícil y el empate a cero no fue tan mal resultado, aunque nos deja un poco rezagados.

Los jugadores criollos demostraron tener una gran capacidad de concentración en este partido, recuperaron el orden táctico y a partir de allí generaron ocasiones interesantes de gol, de hecho Josef Martínez, logró marcar pero luego sería anulado por el VAR, por razones de que tocó el balón con la mano.

Yeferson Severino y Nahuel Ferraresi también tuvieron oportunidades de mover las redes pero contaron con una defensa y un Fernando Muslera correcto y seguro, Ferraresi además jugó un buen partido, con cruces rápidos, buena movilidad de balón en la salida y rapidez en cada movimiento realizado, sólo tuvo un lunar en su actuación y fue el mal pase que casi termina en gol de Matías Viñas, pero Joel Graterol, ratificó su buen momento en el arco, logrando detener el disparo del Uruguayo.

La Vinotinto logró más que un empate, consiguió  mostrarse distinta a pesar de tener bajas significativas, con buen repliegue a la hora de defenderse y atacar, emanando triangulaciones a raíz de pases de primera muy al estilo europeo, con un 3-4-3 que cada vez se pone más de moda en el fútbol mundial y que si bien fue defensivo, a partir de allí generó ocasiones interesantes que le faltó la culminación necesaria para terminar de romper el cerrojo.

Nos benefició los resultados

Decir que la esperanza se acabó y que no vamos a clasificar sería ser incrédulo, pero expresar que vamos a ir al Mundial y haremos un gran papel, sería ser mentiroso.

Pero los demás resultados de la jornada, nos ha llevado a soñar y mantener la esperanza, se está a cuatro puntos del repechaje y a cinco del tercer lugar, el empate a dos entre Colombia y Argentina en Barranquilla, el uno a uno en Santiago entre Chile y Bolivia, y la victoria de Brasil dos a cero en la Asunción ante Paraguay, nos reanima de la muerte y nos mantiene ilusionados con la calculadora en la mano.

La selección ha dado señales de vida, se empieza a notar poco a poco la mano del técnico y por encima de cualquier crítica y que se diga que Peseiro no busco el partido ante Uruguay, mi respuesta sería aquella que una vez dio César Farías, “Si no se puede ganar hay que empatar”, porque siempre es importante conseguir así sea un punto.

Por ahora queda centrarse en la Copa América, un torneo que ha estado lleno de mucho hermetismo e incongruencia, a pesar que no ha comenzado, pero está puede ser la oportunidad para que Peseiro pueda trabajar y conocer mucho más a sus jugadores, es el momento idóneo para terminar de inyectar su idea futbolística, aunque se debe recordar que los procesos son necesario para generar un cambio y el inmediatismo es un error de  Lationamerica en toda su historia.

Sólo el tiempo dirá si Peseiro, fue un error o acierto, pero desde ya la Federación Venezolana de Fútbol, debe dejarlo trabajar y creer en el proceso e identificarse, por el bien de nuestro balompié.

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