Brasil ha sido uno de los países más afectados por la covid-19, debido que el presidente Jair Bolsonaro, no ha aplicado las políticas necesaria para garantizar la salud de los brasileños.
El mandatario amazónico, ha expresado en reiterada ocasiones, que no va a decretar cuarentena, porque las personas necesitan trabajar y producir, por lo que ha sido fuertemente criticado por los mandatarios regionales y locales, aunado a los cuatro ministro de Salud, que ha tenido desde que inicio la pandemia.
El último en colocarse al frente del Ministerio de Salud, es el director de la sociedad de cardiología del país, Marcelo Queiroga, quien anteriormente ha hablado en favor del mandatario, según reseñó Caraota Digital.
Quiroga reemplazará, ha Eduardo Pazuello, un general del ejército con conocimientos de logística que llegó al cargo en mayo del año pasado a pesar de no tener experiencia en el sector salud, lo que llevó una debacle en el sistema sanitario.
“La conversación (con Queiroga) fue excelente. Ya lo conocía desde hace unos años. Tiene todo lo que se necesita para hacer un buen trabajo, continuando con lo que Pazuello ha hecho hasta hoy”, manifestó Bolsonaro ante simpatizantes en la entrada del palacio presidencial de Brasilia. Añadió que habrá un periodo de transición de unas dos semanas entre el ministro saliente y el entrante. El primer candidato para ocupar el puesto, había sido la cardióloga Ludhmila Hajjar, pero le dijo que no al mandatario.
Bolsonaro ha instaurado un tratamiento antimalaricos, que no funciona para combatir el virus, según notificaron expertos, sin embargo el mandatario a decidido no prestarle atención a los informe hecho por los científicos, en cuanto el médicamento.
Además los colapsos en los hospitales y la nueva variante que nació en suelo brasileño, denominado P1, ha hecho estragos dentro y fuera del país amazónico, debido que, es más contagioso y ataca con más rapidez el sistema inmunológico, asimismo los anticuerpos ganados, luego de salir de la Covid, no funcionan ante esta nueva cepa.
Países como Japón, Estados Unidos, Inglaterra y Venezuela, han sido tocadas por la nueva variante P1, por lo que ya las malas medidas del Gobierno brasileño, empiezan a afectar a otros países, particularmente a su vecino Venezuela, que limita con la ciudad de Manaos, donde ha nacido la nueva cepa.
Declaraciones de Bolsonaro
Hasta ahora Brasil ha registrado casi 280.000 muertes por COVID-19, y actualmente reporta más de 1.800 decesos cada día, a pesar de eso, Bolsonaro ha tomado los números como normales y ha mantenido una postura renuente, en cuanto al confinamiento, que lo llevó a tener varias declaraciones incoherente, en torno a lo que vive el país.
Durante el mes de noviembre del año 2020, el ultraderechista, compareció en rueda de prensa y dio unas declaraciones controversiales para el mundo en general, según publicó DW en su plataforma digital.
“Todo ahora es pandemia, hay que acabar con eso. Lamento los muertos, lamento. Todos nos vamos a morir un día, aquí todos van a morir. No sirve de nada huir de eso, huir de la realidad. Tienen que dejar de ser un país de maricas. Tenemos que enfrentar de pecho abierto, luchar”.
En un país donde los expertos estiman que la pandemia está descontrolada, los muertos diarios se cuentan por cientos y los contagios por decenas de miles, el presidente Bolsonaro reiteró el jueves 4 de marzo, que no hay que “acobardarse” ante el SARS-CoV-2, llamó a los gobiernos locales a no confinar a la población y preguntó hasta cuándo el país va a seguir llorando. Es la segunda vez que usa una frase de ese estilo. “De nada sirve quedarse en casa a llorar”, dijo hace unas semanas, tras la notificación de 1.452 decesos en un solo día.
“Apelo a gobernadores y alcaldes a que repiensen esas políticas de cerrar todo. El pueblo quiere trabajar. Vamos a combatir al virus, pero no de esa forma ignorante, burra, suicida” expresó Bolsonaro que se niega a usar mascarilla y sigue haciendo masivas concentraciones con sus seguidores.
El presidente ha hecho un llamado constante a los ciudadanos a salir a trabajar, todo esto cuando las cifras de decesos ya han superado los 280.000 y contagios, que en ese último caso ya están por encima de los 10,7 millones, el mandatario reiteró que lamenta “cualquier muerte”, pero insistió en que morir “es parte de la vida”.
Efectos económico de la pandemia
El coronavirus no sólo ha colapsado el sistema de salud en algunos países, sino también, el sistema económico, en Brasil a comenzado ver los efectos pandémico en la economía, según el medio de comunicación France 24 se conoció que la economía se contrajo un 4,1 % en 2020. Se trata del peor desempeño en 25 años, pero también mejor que el 5,3 % previsto por el Fondo Monetario Internacional y que el de otras economías de la región.
El negarse a tomar medidas de confinamiento, le sirvió al mandatario a mantener la economía del país un poco mejor a otros de la región, sin embargo varios expertos han resaltado que las malas medidas en el ámbito de Salud, que llevaron a un colapso en el sistema sanitario, también tendrán repercusiones en el plano económico, debido que, es cuestión de tiempo para que se colapse la economía.
Monica de Bolle, investigadora senior del Peterson Institute for International Economics en Washington, dijo que las cifras del PIB todavía no capturan el impacto total del desastre. “Si la salud pública está en completo colapso, obviamente la economía estará en completo colapso”, sentenció.
Asimismo William Jackson, economista de Capital Economics, escribio en un informe publicado el pasado miércoles, “el empeoramiento del brote de Covid-19 arroja una nube oscura sobre las perspectivas para los próximos meses”.
Sin embargo los gobernadores han tomados medidas más regurosas para está semana, tal es el caso de Sao Paulo, donde está la mayor producción económica del país.
Con información de EFE, O’Globo, DW, Caraota Digital, France24, CNN.
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