Sin duda, la mujer marca la migración con esa característica propia de María de Nazareth: como María, cada mujer es “consuelo del migrante”.
La profundidad emocional, la resiliencia, la constancia, el toque emocional y afectivo de la mujer, aunque no elimine la experiencia a veces trágica, ayuda a cambiar el rostro de la migración. Hay muchos retos por superar aún: discriminación por su origen, religión, edad, sexo, pero la migración femenina con el acceso a una mejor educación, empleo y participación en la vida pública vuelve a dar a la mujer la oportunidad de impacto propio a toda una nueva comunidad migrante.
Aunque parezca atrevido afirmar: la mujer migrante vuelve a tener la misma vocación de María: inyectar armonía, esperanza, humanidad, consuelo en la experiencia migratoria.
La tragedia de la emigración tiene varias facetas: el esfuerzo inmenso de emigrar unidos como familia o el doble tormento de la separación con dolor e incógnitas por ambos lados. Sin minimizar la fuerza psicológica y espiritual de la mujer, quizás, en muchos casos es preferible que ella concentre su energía en la atención a los niños, mientras el marido sale a inspeccionar el camino migratorio, ya que para los niños la emigración es más compleja y trágica. Pero, al mismo tiempo, la separación, la distancia o la soledad pueden ser fatales.
Un amor es tan grande cuanto su capacidad de espera. Un amor es tan verdadero cuanto sabe llorar. Un amor es tan exitoso cuanto sabe creer en el Amor de Dios que nunca decepciona.
Llenen sus vacíos contándole cada noche a Dios sus penas, sus alegrías y sus esperanzas.
Al pueblo que caminaba en el desierto, Dios le mostró al fin la tierra prometida.
A toda mujer y niña migrante, me atrevo recordarle su vocación, ser “Consuelo del Migrante”, como María, la Madre de Jesús.
“MIGRANTES: HOY COMO AYER”
Padre Francesco Bortignon Fernando Tirro
Misionero de San Carlos Movimiento Laico Scalabriniano
bortignonfrancesco@hotmail.com mls_valencia@yahoo.com
Todos los martes y Jueves a las 11.00am por 97.5fm “La Voz de Dios” – Valencia / Venezuela
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