Las infecciones causadas por nadar en playas, ríos, lagos o, incluso, piscinas son relativamente comunes durante los meses de verano, siendo así mismo la mayoría de ellas leves, molestas, algunas duraderas, pero muy puntualmente complicadas.
Dentro de estos escasos casos, algunas infecciones pueden llegar a causar verdaderas complicaciones cuando su objetivo en el organismo humano va más allá de la piel, la cavidad nasal, los ojos o los oídos, siendo estas zonas las más típicamente afectadas por las infecciones veraniegas.
El caso de la rara ameba “comecerebros”
Cuando se realizó la autopsia a este hombre, se detectaron rastros de un protozoo, un organismo unicelular tipo ameba llamado Naegleria fowleri, el cual se encuentra de forma natural en climas de agua dulce, como es el caso de lagos y ríos. De hecho, en los Estados Unidos la mayoría de infecciones causadas por estos microorganismos ocurren en los estados del sur, sobre todo en los meses de verano, cuando las aguas aumentan su temperatura durante un tiempo prolongado.
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