Corea del Norte insiste en que sus ensayos balísticos son una respuesta a las sanciones de Estados Unidos y la presión de este país en la región. No obstante, algunas naciones como Japón consideran las acciones como una provocación del país asiático que el pasado 3 de septiembre realizó su sexta prueba nuclear.
Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el lanzamiento del misil es una “manifiesta violación” de las resoluciones del Consejo de Seguridad, que el pasado lunes prohibió la compra de textiles a Corea del Norte, impuso límites de importación de hidrocarburos y no permitirá a los Estados miembros de la ONU emitir permisos de trabajo a los nacionales norcoreanos.
En total, nueve sistemas de sanciones fueron implementadas para obligar a Corea del Norte a abandonar sus acciones de disuasión nuclear.
Para Japón no representó una amenaza directa
Para las fuerzas de autodefensa de Japón el lanzamiento del misil no representaba una amenaza directa, y se abstuvieron de todo intento de derribarlo, de acuerdo con el secretario general de la Oficina del Gabinete, Yoshihide Suga.
El funcionario destacó que “desde el momento del lanzamiento y hasta el final del vuelo, las fuerzas de autodefensa del país estuvieron en control de la situación y realizaron el seguimiento del cohete”.
Fuente: Telesur/ AFP
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