Para enfrentar cualquier situación en la vida lo primordial es aceptar la naturaleza de la misma, la esencia de las cosas, la raíz del problema. En Venezuela, aceptar que el gobierno es de corte totalitario, entendiéndose como una dictadura moderna en el que un grupo controla todos los Poderes Públicos, cambia y promulga leyes cómo y cuándo le da la gana, es primordial.
Pero estamos en un sistema atípico, y que tiene algunas semejanzas pero a la vez muchas diferencias con las dictaduras del cono sur y del mundo, que se esconde tras una supuesta libertad de expresión, pero que arremete en cualquier momento, que secuestra y persigue al Poder Público de mayor representación: la Asamblea Nacional, que pasa por encima de la elección de los ciudadanos haciendo uso de tribunales, y trampas.
Entonces uno se pregunta: ¿Cómo se pelea así?
Mucho se habla sobre que los regímenes dictatoriales no salen con votos, mucho se habla sobre tomar las calles, pero la realidad es que debemos luchar en cada escenario posible y combinar estrategias, intentar, fallar y levantarnos porque no hay una ruta, ni una receta mágica. El gobierno está totalmente fuera del hilo constitucional y amparado por una cúpula de la fuerza armada.
¿En qué escenario estamos? La aniquilación del derecho a elegir, del voto, que sin duda no es el único elemento de la democracia pero sí uno de los más importantes y nos queda a los venezolanos ¿qué debemos hacer? Presionar, de cualquier forma posible, de hecho, tenemos que lograr hacer tal presión que al gobierno no le quede más que aceptar medirse en elecciones.
Y es que la historia no hace más que dar ejemplos, en Chile, la dictadura militar de Augusto Pinochet, que duró unos 17 años, acabó por la vía democrática con el plebiscito de 1988 en el que la opción del No hizo historia ganando con 54% de los votos y más que eso, con mucha organización, esperanza y resistencia. Y es que si los chilenos demostraron que a pesar de la estabilidad económica nada está por encima de la dignidad humana, y la libertad.
Recuperar el derecho al voto es vital, recuperar las arrebatadas elecciones regionales, las municipales y posteriormente las presidenciales. Nosotros tenemos que luchar por que el pueblo se exprese. Cualquier elección sería beneficiosa para la oposición pues se traduciría en mayores espacios conquistados.
Mejorar nuestra forma de hacer política
Ahora bien, los estudios de opinión muestran más de 80% de rechazo al gobierno, pero cabe preguntarse ¿están con nosotros? El descontento en las calles es notorio y no sólo es con el gobierno, por eso, como parte de la dirigencia de la oposición, creo que tenemos el gran reto de recuperar la confianza de los ciudadanos, no solo quedándonos en la crítica si no proponiendo políticas públicas reales, comprobables pero sobre todo que aporten soluciones a la grave crisis que estamos viviendo.
Para nadie es un secreto, por mucho que el gobierno lo quiera ocultar, que hay gente comiendo de la basura, que hay gente que muere en los hospitales a la espera del medicamento que podía salvar sus vidas, que hay miles de venezolanos que justo ahora están quedando desempleados y sin saber cómo llevarán el sustento a sus hogares el día de mañana. Es en este momento cuando nos toca ser solidarios y luchar, ayudar a los que sufren con planes y políticas de apoyo, pero en definitiva empujar nuestros esfuerzos para cambiar de gobierno y de modelo para superar la crisis.
Es el momento de luchar unidos y proponer, ser creativos, y de convencer porque solo juntos podemos salir de esta, es un reto difícil pero que no podemos fallar. ¡Vamos pa’ lante!
@ManuaguirreV
Deja una respuesta