Carolina Herrera ha rescatado para su colección otoño-invierno a un icono de estilo que los neoyorquinos conocen bien: Jacqueline Kennedy. La nueva línea contiene toda la delicadeza y la aparente perfección de la que hacía gala la esposa del expresidente John Kennedy.
La resurrección ‘fashion’ de este icono se materializa en la pasarela en vestidos ajustados en la cintura y faldas sueltas o minivestidos con motivos florales, al más puro estilo ‘ladylike’. La seda ha sido el tejido protagonista, facilitando el contoneo de cada falda al paso de las modelos.
De nuevo, Carolina Herrera ha apostado por el menos es más y, como dijo Coco Chanel, ha vuelto a demostrar que la sencillez es la clave de la elegancia.
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