En los últimos años el liderazgo politico en el país ha comenzado a caducar en la oposición, por lo menos están los mismos actores políticos de los últimos 20 años, si evaluamos la situación, es hora de una renovación sana, en que nuevos líderes asuman las riendas de esta lucha.
En el PSUV hemos podido observar como una renovación de nuevos dirigentes, con juventud y talento, que tienen la doctrina comunista bien arraigada. Algo que en esta oposición no existe, es decir, no saben porque hacen política y la responsabilidad de esa labor.
Sin embargo también es una realidad que existen líderes verdaderos, que luchan por un ideal, un liderazgo acordé a sus convicciones, personas jóvenes en mente, a pesar que en edad, tengan 60 años o más, porque en la vida se puede renuncia a un cargo, pero jamás al liderazgo.
En este momento la política venezolana exige nuevas caras, jovenes profesionales con experiencias, que tenga la capacidad de gerenciar, que sean humanistas y que les importe el prójimo, aquí no se trata de doctrinas sino de humanidad, de preparación y profesionalismo, ya decía Francisco de Miranda, “hay República, pero no hay republicanos”, hoy estamos en ese punto, con la necesidad de republicanos, que tenga ganas de cambiar la historia política de Venezuela, para de esa forma rescatar la economía y la sociedad.
Los dirigentes han decido confrontarse entre sí, en vez de renovar el liderazgo, por ende el país reclama nuevas opciones que no tenga rechazo, como hoy por hoy se siente en la calle, lo que conducirá a la muerte política de muchos dirigentes. Monómeros se derrumba y nadie hace nada, Primero Justicia se lavó las manos y está señalando a Voluntad Popular, la oposición está destruida prácticamente y han comenzado a emerger los verdaderos políticos, movimientos con proyectos de desarrollos y progreso, en un país que tiene más del 90% de pobreza, y más del 70% en pobreza extrema, según la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI)
Entonces muchos aún de ver esos números, no quieren renovar la política, no tienen un proyecto de país, sólo están para vivir de esa labor, ser uno mercenarios de la política, la corrupción en todo su esplendor, desde el madurismo, hasta la oposición.
La juventud próxima
Muchos tienen la esperanza que los jóvenes asuman el liderazgo después del 21 de noviembre, que puedan convertirse en los nuevos actores políticos, el gran problema es que dentro del G4, los jóvenes por lo menos de Carabobo, se han convertido en dinosaurios políticos, les gusta lo que llaman “el quimiqueo” claro no toda la juventud, ellos saben quiénes son y también algunos tienen que prepararse para morir políticamente, como morirá el G4.
Diríamos que están en el último baile, la última oportunidad, después de estas elecciones, atrás quedó el G4 junto al interinato, Carlos Ocariz, Enzo Scarano, Tomás Guanipa, Luis Florido, entre otros, todos morirán políticamente, por lo menos siete años y lo lamentable es que el relevo de esas organizaciones, también se hundirá.
Esto es un barco que poco a poco está hundiéndose en las profundidades del mar político venezolano.
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