Con la llegada de las nuevas tecnologías, el comportamiento de los usuarios ha cambiado, y las empresas del sector gastronómico se han visto forzadas a hacerlo también para poder seguir conectando con su público. Hablamos con Óscar Carrión, director de GastroUni, quien nos da su visión sobre este reto al que se enfrenta la industria gastronómica.
¿De qué modo crees que la tecnología ha afectado el sector gastronómico y sus profesionales?
La tecnología ha afectado al sector gastronómico y a sus profesionales de una manera rápida y profunda. Este desarrollo lo está aprovechando el sector, aunque quizá en menor medida que otros, desde la relación con los clientes, la mejora de los procesos, la optimización de los resultados… debemos ser conscientes de que la tecnología ha llegado para quedarse y que hay que abrazarla y adaptarse a ella lo más rápido posible.
¿Crees que las empresas están cambiando al mismo ritmo? ¿Qué crees que complica a las empresas del sector adaptarse a la transformación digital?
Las empresas, en general, llevan mucho retraso frente a la sociedad, que es ya extremadamente digital. Además, en este sector falta todavía una revolución anterior a la digital, que es la de la gestión eficaz. Hay mucho recorrido todavía para mejorar en un negocio de hostelería antes de afrontar una estrategia de digitalización. Pienso que lo primero y más necesario es tener un producto mínimo garantizado en nuestro establecimiento que nos permita crecer y ser lo más rentable posible antes de pensar en dar el siguiente paso.
¿Crees que esta transformación supone una amenaza para los profesionales?
En absoluto. Estamos en un negocio de personas y para personas, donde la parte experiencial y de relación humana es y será prioritaria en la restauración. Otra cosa es que haya modelos de negocio en los que se opte por una mayor digitalización o por el uso de tecnologías para disminuir el número de trabajadores directos. En el futuro más cercano será necesario apoyarse en la tecnología para que el profesional pueda centrarse en la creación de experiencias memorables. No olvidemos que las tareas mecánicas y repetitivas serán siempre mejor resueltas por máquinas que por humanos.
¿Qué habilidades crees que son más demandadas actualmente?
El sector adolece de una falta de cantera en todos los segmentos profesionales. En cada temporada nos encontramos con enormes problemas para satisfacer las necesidades de personal, y el “falta personal cualificado” se convierte en un mantra para directivos y empresarios. Desde nuestra experiencia en Gastrouni, los conocimientos sobre la gestión y dirección de establecimientos de hostelería y turismo son habilidades muy demandadas. La gestión se ha profesionalizado y no existen perfiles suficientes con estos conocimientos para cubrir esas necesidades. Y el ejemplo más claro es que no existe paro en nuestro perfil de alumno.
¿Qué le depara al futuro del sector gastronómico?
Tenemos por delante un futuro muy esperanzador, todos comemos 5 veces al día y, tal vez lo más importante, es que cocinamos menos. La tendencia actual es satisfacer nuestra ingesta diaria a través de alimentos cocinados fuera de casa. Por ello, la participación del gasto en restaurantes pesa más en el gasto familiar, con lo que el volumen de facturación crece y crece año tras año. Otra cosa es quién se comerá el trozo más grande de la tarta: ¿La restauración individual, la organizada, las empresas de retail, las grandes tecnológicas actuales? El negocio es muy grande y todos quieren liderarlo. Nos esperan unos tiempos muy interesantes, en los que el uso de la tecnología será una de las claves que explicará el éxito de los ganadores.
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