Unos 5.000 campos de fútbol aficionado alemán podrían quedar afectados por la prohibición de los microplásticosprevista por la Unión Europea (UE), que implicará el veto a los granulados actualmente usados para el césped artificial.
Según el dominical del diario «Die Welt», la normativa comunitaria, que entrará en vigor previsiblemente en 2022 y cuyo objetivo es combatir la contaminación por microplásticos, pone en peligro la continuidad de esas canchas.
Actualmente la mayoría de los campos de fútbol aficionado se ha decantado por el uso de césped artificial a base de granulados, que no precisa grandes cuidados ni gastos de mantenimiento.
El ministro del Interior, el conservador bávaro Horst Seehofer, con competencias en Deportes dentro del gobierno de la canciller Angela Merkel, pretende proponer a sus socios una fase de transición o moratoria de seis años.
«Como responsable de Deportes debo buscar un equilibrio sensatoentre la defensa medioambiental y los intereses deportivos», afirmó el ministro al citado rotativo.
El granulado es el principal generador de este tipo de contaminación y se estima que Alemania desecha al año 330.000 toneladas de microplásticos.
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