Esta tecnología no es nueva. Hay investigaciones que indican que data desde 2016 esa capacidad que tienen algunos modelos de teléfonos móviles para resistir salpicaduras e incluso, ser sumergidos en agua por determinados periodos de tiempo. Cabe destacar que los fabricantes de dispositivos como los iPhone, indican que, a medida que transcurre el tiempo, el móvil va perdiendo su resistencia y se produce el desgaste de los componentes que crean tal resistencia al agua y al polvo. Mencionan los expertos que IP68 son las siglas que suelen aparecer en las especificaciones de dichos dispositivos y sostienen además que sólo puede sumergirse por 30 minutos a una profundidad máxima de un metro. No obstante, hay fabricantes que dicen poder resistir más tiempo y más metros de profundidad.
Es importante decir que ningún móvil puede sumergirse en agua salada sin funda protectora, sin que se produzcan daños por la corrosión. Como reto, las empresas que fabrican estos dispositivos tienen la tarea de sellar la funda con goma comprimida para que no entre una sola gota de agua en su interior.
Con información de altadensidad.com
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