En respuesta a la expulsión de diplomáticos rusos de varios países por el envenenamiento de un ex espía ruso en Gran Bretaña, Moscú expulsará la misma cantidad de diplomáticos de los mismos países, anunció el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia.
Serguei Lavrov dijo que el embajador estadounidense Jon Huntsman fue llamado el jueves al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se le notificó que Rusia estaba respondiendo quid pro quo por la decisión estadounidense de expulsar a 60 diplomáticos rusos.
En represalia por el cierre del consulado ruso en Seattle, Moscú cerrará el consulado estadounidense en San Petersburgo, agregó Lavrov.
Rusia tomará las mismas medidas en contra de otros países que expulsaron diplomáticos rusos esta semana, añadió.
En general, dos docenas de países, incluyendo países de la Unión Europea y la OTAN, expulsaron a más de 150 diplomáticos rusos esta semana en solidaridad con Gran Bretaña.
A la vez, Rusia está reiterando su exigencia de que le den acceso a Yulia Skripal, la rusa que junto con su padre, el ex espía Serguei Skripal, fue envenenada este mes en Inglaterra, dijo Lavrov.
Yulia Skripal, de 33 años, ya no está en condición crítica y está mejorando rápidamente, dijeron las autoridades británicas de salud. No quedó claro de inmediato si es que su estado le permitiría hablar con funcionarios británicos o rusos sobre el envenenamiento ocurrido el 4 de marzo en Salisbury, Inglaterra.
Lavrov dijo en conferencia de prensa en Moscú que Rusia ha exigido de nuevo que le garanticen acceso a Yulia porque ella es ciudadana rusa. Rusia espera, dijo, que el lado británico pueda cumplir con sus obligaciones tal conforme a las relaciones diplomáticas establecidas por la Convención de Viena.
ONU: tensiones han aumentado
Entre tanto, el secretario general de la ONU Antonio Guterres dijo que el mundo se está acercando a una situación parecida a la Guerra Fría, ahora que las tensiones han aumentado entre Estados Unidos y Rusia.
Pero Guterres dijo también que la situación es diferente por dos razones: Hay más actores en conflicto que durante la era de las dos superpotencias y menos canales de comunicación establecidos para evitar que los problemas empeoren.
Guterres dijo a la prensa que estaba “muy preocupado”.
Rezagos de la Guerra Fría: Fiallo
Según reseña el medio internacional PanAm Post el pasado martes el secretario de Defensa de los EE. UU., James Mattis, calificó de “intento de asesinato” al envenenamiento de un exespía ruso y a su hija en suelo británico y dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, debería “responder como jefe de Estado”, aunque el líder ruso niega haber participado.
Como consecuencia del ataque, hasta el momento, el gobierno de los EE. UU. ha llevado a cabo la mayor expulsión de diplomáticos en su historia.
Desde el lunes, el presidente Trump movilizó la expulsión de 60 funcionarios rusos de los EE. UU.
Lo que superaba el récord histórico de 55 diplomáticos soviéticos expulsados que marcó Ronald Reagan, en 1986, durante la Guerra Fría. Dicho suceso, de expulsiones mutuas, pasó a llamarse la ‘guerra de las embajadas’.
Rusia niega participación
“Están haciendo cosas que creen que son innegables”, dijo Mattis.
“Sacan la insignia de los uniformes de los soldados y entran a Crimea… Señalan que no se puede probar que trataron de matar a la persona en Salisbury … Están tratando de romper la unidad de la alianza occidental, la OTAN (Crimea es la zona de Ucrania que Rusia ha ocupado militarmente en años recientes y cuya anexión fue sujeta a votación)”.
No obstante, Moscú niega la acusación de ser el autor del ataque.
Pero, dado que gobierno de Putin, recientemente reelegido en las urnas, encarceló en el 2006 al coronel Skripal todos los dedos apuntan a Moscú. Fue detenido por vender secretos al MI6 —la inteligencia británica— lo cual condujo a su exilio a Gran Bretaña en 2010 como parte de un intercambio de espías, estableciendo su hogar en Salisbury; lugar donde fue envenenado a principios de este mes.
Sin embargo, hay quienes no descartan que sea un ataque de falsa bandera. Es decir, un acto montado para incriminar a Rusia. Tanto canales de países aliados y medios independientes sostienen esa versión.
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