La derrota este jueves 3-0 ante República Dominicana puso contra las cuerdas a la novena dirigida por Omar Vizquel en este Clásico Mundial y ahora tendrá que volver a sacar la calculadora y ligar a los Estados Unidos, porque la única forma de obrar un nuevo milagro dependerá única y exclusivamente de triunfos “gringos”.
La blanqueada recibida por parte de los actuales campeones del torneo colocó en una situación crítica a la selección nacional que hora tendrá que vencer este sábado a Puerto Rico, mismo equipo que le propinara nocáut en su estreno y encima depender de par victorias del cuadro de Jim Leyland en sus juegos ante boricuas y quisqueyanos.
La debacle nacional se ha incrementado durante esta segunda ronda por un factor inesperado y es el bajón de una temible ofensiva que a inicios del Clásico, era su gran carta de presentación. El pitcheo estuvo sobre las expectativas y lo brazos ajustaron con buenas salidas de Félix Hernández y Johulys Chacín, pero el lineup no pudo producir. Veinticuatro ponches en dos juegos, cinco de ellos a expensas de un Víctor Martínez que liga de 8-0, sumado a los seis turnos donde Miguel Cabrera tampoco ha podido conectar de hit, ponen cuesta arriba la esperanza venezolana de poder forzar otra jornada extra.
Luego de las lesiones de su receptor titular Salvador Pérez y su bate más caliente Martín Prado, problemas en el tendón de la corva ponen en duda la participación de Miguel Cabrera para este sábado frente a Puerto Rico.
Fuente: Caraota Digital
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